sábado, 31 de mayo de 2014

Rafa

Con él me he portado como una auténtica zorra. Lo sé, y no me avergüenza reconocerlo. Siempre he sido yo la que ha estado del otro lado, del lado de los dejados. En esta ocasión no he tenido ningún tapujo en ser el verdugo de una nadería.
Por que lo era. Yo lo advertí, y él hizo oídos sordos. Si nos hacemos daño por otras personas, es porque nos da la gana.
"Nadie me ha hecho sentar la cabeza", le dije.
"Yo busco algo serio, pero vale", dijo.
Pensó que él sería quien me cambiara, quien me rompería los esquemas y me rendiría. Já.
Señorín de 1 metro 65. Ya estaba haciendo planes conmigo sin contar conmigo. Ya quería presentarme a toda su gente. Ya quería enseñarme todo lo que sabía.
Yo sólo le daba unos cuantos besos para entrenarme mientras tanto. Mientras algo, mientras alguien.
Juzguénme, pero si alguna vez han tenido que dejar a alguien con quien ni siquiera estaban saliendo, me entenderán.

Por un mundo sin putos cuentos de hadas.

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