No podré enseñarte Galea.
Aunque la has visto en dos dimensiones
Aunque la hayas soñado
Aunque prometiera llevarte eludiendo la imposibilidad.
El tiempo se descojona sutilmente de las promesas
Parodia nuestros planes, mimetiza lo insospechado.
Pero nos hace representantes de la sorpresa
nos hace zanjar los asuntos pendientes
con una ridiculez risueña.
Me pregunté si fuiste feliz
Si elegiste tus circunstancias
o si éstas te arrollaron los labios antes.
Por eso, ante la duda y tu silencio
quise llevarte a mis paraísos
a las cúspides de mis pirámides de Maslow
quise que redescubrieras el tiempo
sé que no te gusta pisar tierra firme.
Quisiera que no necesitaras recuperar ningún tempo
Que no pasaran los días, ni los años
sin que te agotaran de risa.
¿A dónde te llevo a por ellos?
Tal vez, a cualquier lugar inimaginable
ingrávido, rítmico, de papel
Lo adivinaré, lo buscaré, lo viviré
a solas
por ambas.
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